martes, 28 de junio de 2016

Texto argumentativo.

Los padres quieren evitar a toda costa el aburrimiento de sus hijos y por eso programan sus vidas para mantenerlos ocupados…pero en realidad las horas vacías son las que enseñan a sus hijos a crear su propia felicidad.
Al igual que hablamos de las ventajas de poner deberes, hoy toca hablar de las desventajas, sobre todo de las que se basan en la repetición y en la filosofía del “más de lo mismo”; hojas enteras de operaciones interminables de matemáticas, redacciones, ejercicios de lengua o lecturas obligatorias con el objetivo de alcanzar competencias básicas. Y esto, está demostrado, que es un gran error de cara al desarrollo intelectual, emocional y personal.
Todo el mundo quiere que demos lo mejor de nosotros mismos y que estemos muy bien preparados para enfrentarnos a la sociedad competitiva que nos toca vivir. Por eso, desde bien pequeños nos planifican los horarios al milímetro: clases de inglés  (¡fundamental!), actividades deportivas (¡imprescindibles!), training en cálculo mental (¡clave para el desarrollo!), deberes extraescolares (¡les viene genial!). Estas son algunas de las intensas actividades.
Sumando las largas jornadas escolares y un par de horas de deberes al día, no tenemos tiempo para jugar, relajarnos o estar con la familia y amigos, y esto, queridos profesores, es un error.

Florentino García Aznar.
2º ESO- B.

Junio 2016.

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