martes, 28 de junio de 2016

Unidad 6. Literatura de los siglos XI a XIV. La épica castellana. El Cantar de Mío Cid. ACTIVIDADES DE REFUERZO.


Elige la respuesta correcta entre las posibilidades que se ofrecen:

1.El zéjel y la moaxaja son formas poéticas propias de:
a)la lírica tradicional castellana;
b)los cantares de gesta;
c) la lírica popular de Al-Ándalus.

2.El tema más importante de la lírica arábigo-anadaluza es:
a)el histórico;
b)el amoroso;
c) el épico-legendario.

3.La literatura mozárabe fue creación de:
a)los musulmanes que habitaban Castilla;
b)los cristianos que habitaban Al-Ándalus;
c) los musulmanes de Al-Ándalus.

4.Un cantar de gesta es:
a)un poema lírico largo;
b)un relato histórico en verso;
c) una novela.

5.En los cantares de gesta medievales, el mundo narrado es:
a)una mezcla idealizada de historia y leyenda;
b)pura leyenda o invención del poeta;
c) rigurosamente histórico.

6.En el lenguaje del Poema de Mio Cid se emplea o emplean:
a)versos que forman tiradas;
b)prosa y verso con rima asonante;
c) solo prosa.

7.El tema principal del Poema de Mio Cides el de:
a)las hazañas del héroe castellano;
b)el amor del Cid hacia doña Jimena y sus hijas;
c) la recuperación de la honra perdida.

8.Por su origen social, el Cid es un caballero perteneciente a:
a)la alta nobleza;
b)la baja nobleza;
c) el pueblo llano.

9.Las cantigas de amigo son un género característico de:
a)la lírica primitiva castellana;
b)la lírica arábigo-andaluza;
c) la lírica galaico-portuguesa medieval.

10.La lírica medieval culta catalana sigue el modelo de:
a)la lírica arábigo-andaluza;
b)la lírica provenzal;

c) los cantares de gesta.
Unidad 6. Literatura de los siglos XI a XIV. La épica castellana. El Cantar de Mío Cid. ACTIVIDADES DE AMPLIACIÓN.

 1.Lee el siguiente poema y contesta las preguntas que hay a continuación:

¿Qué me queréis, caballero?
Casada soy, marido tengo.
Casada soy y a mi grado
con un caballero muy honrado,
bien dispuesto y bien criado, 5
que a más que a mí yo le quiero.
Casada soy, marido tengo.
Casada soy, por mi ventura,
más no agena de tristura;
pues hize yo tal locura, 10
de mí mesma me vengo.
Casada soy, marido tengo.
José María ALÍN
El cancionero español de tipo tradicional.Taurus

a)Justifica por qué el poema pertenece al género lírico.
b)Identifica el tema de la composición.
c) Los versos ¿son de arte mayor o menor? ¿qué clase de rima emplea el autor?
d)Explica la función poética del verso «Casada soy, marido tengo» .
e) Localiza la palabra que desempeña una función anafórica en el poema.

f) Comenta la actitud de la dama ante la demanda de amor del caballero.1
El Romanticismo.

1.- Introducción

El Romanticismo es un movimiento artístico europeo que surge en Alemania a finales del siglo XVIII, evoluciona en Inglaterra y se extiende por el resto de Europa. La base teórica del movimiento parte de los postulados filosóficos de Hegel, el Idealismo.
En 1776, se publicó en Alemania una comedia de que es autor Maximilian Klinger, cuyo nombre en alemán, “Sturm und Drang” terminó asignándose a un movimiento literario surgido entre los años 1770 y 1785, cuyos autores, se agruparon en torno a la figura de Johann Wolfgang Goethe (1749-1832), a través de la revista Athenäum.
Johann Wolfgang Goethe es el escritor alemán más importante y uno de los grandes genios de la literatura universal. Sus primeras obras están vinculadas al grupo Sturm und Drang. De hecho, participó en la redacción junto a Heder del ensayo “Sobre el estilo y el arte alemán” publicado en 1773; verdadero manifiesto del Sturm und Drang.
Su libro juvenil Los padecimientos del joven Werther (1774), novela epistolar que narra la historia de un amor no correspondido que provoca el suicidio del protagonista, tuvo un éxito extraordinario y es considerada como una de las principales manifestaciones literarias del Romanticismo. En toda Europa, la juventud vestía y hablaba como sus personajes.
Su principal obra, en la que trabajó casi toda su vida, es Fausto, largo y complejo drama poético-filosófico. En él se reflexiona sobre el destino humano a través de la historia del protagonista, que vende su alma al diablo a cambio de la sabiduría y la juventud.
Dentro de los autores alemanes del primer Romanticismo, sin duda alguna, el mayor representante es Friedrich von Hardenberg más conocido como «Novalis» (1772-1801), autor de los Himnos a la noche en el que llevó la poesía fuera de los cauces clásicos a una disolución en el seno de la tiniebla.
Posteriormente, una segunda ola de autores, Romanticismo tardío (Spätromantik) con autores como los hemanos Grimm o Hoffman, se alejan de la teorización primitiva y se dedican en mayor medida a la producción literaria.

Las nuevas formas literarias llegan a Inglaterra en el ocaso del siglo XVIII, considerándose como punto de partida del movimiento la primera edición de las “Baladas líricas con otros poemas” de Wordsworth y Coleridge (1798), y se desarrolla durante las primeras décadas del XIX hasta la muerte de Walter Scott en 1832, fecha aceptada como el final del la literatura romántica en este país.
Wordworth y Coleridge, principales referencias de los lakistas, publicaron su obra de manera anónima, tomando la naturaleza como tema básico de su poesía (primero como fondo de sus acciones y posteriormente como vehículo de revelación del alma) y planteando la obra como un experimento lingüístico en el que se trataba de comprobar hasta qué punto el lenguaje de las clases medias y bajas era apto para obtener el placer poético (según  se indica en una advertencia al principio de la obra).
Por otro lado, están los denominados poetas satánicos, Byron y Percy Shelley, toman la rebeldía contra el mundo y la sociedad como bandera. En el Don Juan, de Byron, se termina caricaturizando al propio Romanticismo estilística y temáticamente. Los poemas más sobresalientes de Shelley, en cambio, giran en torno a una rebeldía que toma caracteres de éxtasis, de elevación a un plano visionario y profético (Himno a la belleza intelectual, o Mont Blanc).
Al margen de ellos queda Keats, autor más conceptual cuya producción desarrolla el planteamiento de posicionar al poeta más allá de sus intereses y convicciones personales, para servir como vehículo de la expresión poemática de la realidad al público.
Y por otro lado se encuentra, Walter Scott, que comenzó su producción artística como poeta, pero el éxito lo alcanzó con la novela histórica que situaba la acción en la Edad Media.
Aunque de menor repercusión que en Alemania e Inglaterra, el Romanticismo en Francia también fructificó en autores como Víctor Hugo (Los miserables) o Alexandre Dumas (Los tres mosqueteros, El conde de Montecristo).

2.- Características de la literatura romántica.

2.1.- Características ideológicas.
El idealismo hegeliano, conlleva para los románticos una visión contradictoria de la realidad que les tocó vivir. Por un lado, estaba lo real, lo prosaico y lo cercano, y por otro, lo ideal, lo perfecto, lo absoluto. La antítesis entre realidad e idealismo es una de las bases de este movimiento artístico. Dicha contradicción conlleva un pesimismo generalizado en el arte romántico, y en sus autores conlleva además un sentimiento de frustración y desesperación cercano al nihilismo y a la angustia metafísica.
Contrariamente a los planteamientos artísticos de la centuria anterior, el irracionalismo se constituye en otra de las claves del pensamiento romántico. La razón se supedita a la pasión, lo que acarrea una literatura muy intensa y muy confusa, en la que adquieren peso específico los sentimientos propios del autor.
Esto nos lleva a la importancia desmedida que adquiere el individualismo y la visión subjetiva del mundo por parte del artista. Artista que nace y no se hace, según los románticos, y que debe transmitir el genio creador del “yo” que lleva dentro.
La insatisfacción que experimentan los autores románticos les lleva a evadirse de la realidad, desarrollando sus obras en lugares exóticos y en tiempos remotos (el lejano oriente/ Edad Media).
A su vez, la irracionalidad mencionada, acarrea la ruptura de cualquier encorsetamiento. El arte romántico se crea al margen de las normas (reacción al Neoclasicismo), y los héroes románticos se sitúan igualmente al margen de la sociedad. Son por lo general personajes marginales, aislados e incomprendidos.
La naturaleza como expresión de los sentimientos del autor, deja su forma idílica y pasa a ser una naturaleza desatada e incontrolable. La tormenta, el huracán, o la noche, son motivos recurrentes para los románticos (locus horribilis). Esta naturaleza truculenta, sumada al gusto irracional por lo sobrenatural, la magia y el misterio, desembocará en la literatura gótica y de terror, uno de los subgéneros más característicos del Romanticismo.
Pero a su vez, todo este intenso ideario se combina con una literatura cargada de reflexión social, filosófica o política, esta última entronca con un nacionalismo creciente obsesionado en las raíces de cada pueblo, que revitaliza antiguos poemas épicos y leyendas populares en contraposición, otra vez, al espíritu universalista ilustrado.

2.2.- Características formales.

En base a estos planteamientos, se origina una literatura en la que destaca la ausencia total de reglas, la renovación métrica, léxica y la exaltación retórica como principales características.
La ausencia total de reglas se cristaliza en un rechazo total a las férreas normas del Neoclasicismo. Desaparece la noción del arte moralizador y didáctico, del arte útil. Las creaciones románticas pretenden excitar fuertemente la sensibilidad del lector.
Se reniega también a copiar a los clásicos como modelo de perfección; copiarlos es faltar a la realidad para los románticos. La originalidad de la obra no está por tanto en la imitación (como en el Renacimiento o Neoclasicismo) sino en la originalidad (como en el Barroco).
En cuanto a la renovación métrica, se imponen nuevos ritmos acentuales, nuevas estrofas, composiciones polimétricas, la mezcla de géneros y el empleo indistinto de la prosa y el verso. Se rompe con la regla de las tres unidades en teatro, y en general, la literatura preferida para los románticos es la más antagónica a la clásica.
La renovación léxica parte de la base de que las voces más prestigiosas no son las de carácter latino o antiguo, sino las de mayor valor emotivo. En este sentido además, cobran especial relevancia las figuras de pensamiento y el lenguaje figurado, que suplantan la razón por la imaginación.
Por último, la exaltación retórica da como resultado la sobreabundancia de exclamaciones, frases entrecortadas, hipérboles…que  llenan de vehemencia sentimental y expresiva al mensaje.

3.- Romanticismo en España.

            Dos vías de entrada, Barcelona “El Europeo” revista de  actualidad literaria, y Cádiz con la producción de Nicolás Böhl de Faber.
            La eclosión del movimiento se produce en torno a 1832 cuando regresan los exiliados que se habían marchado por la represión absolutista de Fernando VII. Autores como Espronceda, Martínez de la Rosa o el duque de Rivas, los cuales habían experimentado en primera persona los cambios artísticos europeos. 
            Los autores se “dividen” en dos grupos según sus inclinaciones ideológicas. Así hay autores que muestran en su literatura una tendencia aristocrática, creyente y conservadora como Zorrilla, duque de Rivas o Mesonero Romanos, y otros más radicales en sus planteamientos como Larra o Espronceda.
           
El género lírico se afianza como la principal vía de manifestación del espíritu romántico en España. Los poetas pueden agruparse cronológica y temáticamente.
Cronológicamente, nos encontramos con tres grupos. Los primeros serían los autores nacidos a finales del XVIII, pertenecientes a clases sociales acomodadas y con una educación basada en los valores de la razón neoclasicista. Martínez de la Rosa, con su moderado eclecticismo y el duque de Rivas, que llegó a ser presidente de la RAE, son los más representativos de este grupo.
Los autores nacidos en la primera década del XIX, representan el arquetipo de poeta romántico, jóvenes acomodados en la clase media, con una irrefrenable ansia de libertad y de ruptura del orden establecido. El verdadero guía de este grupo sería Espronceda, y en él podría incluirse a Larra.
Por último, los autores nacidos en la segunda década del XIX siguen el magisterio de los anteriores en sus inicios, aunque el más destacable es José Zorrilla, cuya literatura es inscribe dentro de una línea ideológica conservadora.
En cuanto a la temática de sus obras, también puede hacerse una división de los vates de la época. Algunos autores desarrollaron una temática histórico-legendaria que supone un retorno a la tradición, a la Edad Media, a los valores tradicionales…que buscan la evasión en el ideal de una época pasada. Aquí estarían Zorrilla o el Duque de Rivas.
Por otro lado, desarrollando una temática acrecentadamente lírica en la que el amor es el tema principal desde la perspectiva propia de la angustia romántica, se encuentra Espronceda, que en su poesía trató los grandes temas románticos de la lucha contra las trabas sociales y de la defensa de la absoluta libertad individual. Desarrolla un estilo inconfundiblemente romántico: brillante, musical y efectista; expresión del temperamento apasionado (Canción del pirata, El canto del cosaco, El mendigo o El reo de muerte: personajes marginales con los que el poeta se identifica).
Pero también Espronceda escribió obras como El Estudiante de Salamanca o El diablo mundo, las cuales son obras narrativas con forma lírica.
En el género dramático, destaca formalmente la ruptura de los preceptos neoclasicistas en cuanto a actos, unidades, géneros…
Generalizando, se puede decir que en el teatro romántico destacan los papeles del héroe (ser misterioso marcado por el destino) y la heroína (ángel dulce, sumiso y apasionado). El tema fundamental es el amor absoluto, que termina por convertirse en un imposible que se suele resolver con la muerte. Y los motivos fundamentales del teatro romántico provienen del drama histórico.
Hay un considerable número de obras dramáticas representativas del movimiento, Los amantes de Teruel (Hartzenbusch), Don Álvaro y la fuerza del sino (duque de Rivas), La conjuración de Venecia (Martínez de la Rosa), Macías (Larra)…pero la más significativa de todas quizá sea el Don Juan Tenorio de José Zorrilla.
La obra de Zorrilla, eco del siglo de Oro, continúa con el desarrollo del mito del amante libertino en el romanticismo. La obra se divide en dos partes, una primera que podría considerarse como de “capa y espada”, en la que se aglutinan los motivos románticos como el misterio inicial del héroe, los elementos carnavalescos, los duelos, las peleas callejeras, las apuestas, el rapto, la muerte…en un despliegue inicial de acción y violencia.
La segunda de ellas, podría interpretarse casi como un drama religioso. La acción transcurre cinco años más tarde y está protagonizada por un héroe atormentado por los conflictos anteriores. Don Juan termina arrepintiéndose de su pecados y muere pidiendo clemencia a Dios, con lo que consigue la salvación de su alma, lo cual es una de las claves del éxito de la obra. Otro podría ser el personaje de doña Inés, que convierte a don Juan en el libertino salvado por amor.
La obra, escrita con un lenguaje prosaico y sencillo, versos naturales que resuenan en la memoria y se retienen fácilmente, fue muy del gusto popular.
En el género narrativo, se desarrolla una corriente de evocación histórica siguiendo los pasos de Walter Scott, pero lo más representativo del género es la pintura de costumbres, un costumbrismo que alaba los valores tradicionales y que, excepto en el caso de Larra, muestra una casi imperceptible intención crítica.
Larra, en cambio, representa el ideal del verdadero romántico español. Como prosista, destacan especialmente sus Artículos periodísticos, los cuales pueden agruparse temáticamente en:
Artículos de crítica literaria – Mostrando especial interés en el espectáculo teatral y todo el negocio que se mueve alrededor de este.
Artículos de costumbres – De carácter crítico e irónico, alejados totalmente de la nostalgia del costumbrismo imperante. En estos se realiza un análisis mordaz, satírico y pasmosamente lúcido de la sociedad española, anclada en los valores tradicionales más profundos. Para ello se utiliza una prosa fluida y directa salpicada de fina ironía.
Artículos políticos – En los cuales se habla de temas como la pena de muerte, la libertad de imprenta, el pujante avance carlista, etc…
Suelen presentar todos ellos una estructura tripartita que parte de una exposición inicial de carácter general, pasa por una parte central de ejemplificación concreta, y concluye con una reflexión final que puede ir de lo más prosaico a alcanzar el plano existencial  que deja entrever su concepto desengañado y trágico de la vida.

4.- Romanticismo tardío. Bécquer y Rosalía de Castro.

La obra poética de Gustavo Adolfo Bécquer abre las puertas de la poesía contemporánea por su intimismo y pureza. El autor se aleja del efectismo romántico generalizado y se basa en la lírica alemana iniciadora del movimiento y en las canciones populares andaluzas, breves y de suave musicalidad.
Destacó como poeta y como prosista. Las Rimas se trata de una poesía intensa y emotiva expresada con un estilo que busca la perfección formal a través de la sencillez, sin excesos retóricos. El centro lírico de su poemas es la descripción de sus sentimientos. En general emplea el verso asonante y la variación estrófica.
Las Leyendas son narraciones fantásticas ambientadas en su mayor parte en la E.M. que sirven como vehículo de expresión de sentimientos y emociones íntimas mediante una prosa lírica.
Por su parte, Rosalía de Castro crea una poesía romántica intimista y melancólica, que se inspira en la sencillez y musicalidad lírica tradicional. Gran parte de su obra fue escrita en gallego; en castellano se publicó En las orillas del Sar. Sus libros escritos en gallego la convierten en el símbolo del Rexurdimiento o romanticismo gallego.

5.- Conclusión.


El Romanticismo es un periodo complejo tanto desde el punto de vista histórico como desde el Literario. Es un movimiento íntimamente ligado a la política y a la sociedad de la época. Los convulsos cambios políticos y económicos del momento explican también los cambios literarios.
Texto argumentativo.

Los padres quieren evitar a toda costa el aburrimiento de sus hijos y por eso programan sus vidas para mantenerlos ocupados…pero en realidad las horas vacías son las que enseñan a sus hijos a crear su propia felicidad.
Al igual que hablamos de las ventajas de poner deberes, hoy toca hablar de las desventajas, sobre todo de las que se basan en la repetición y en la filosofía del “más de lo mismo”; hojas enteras de operaciones interminables de matemáticas, redacciones, ejercicios de lengua o lecturas obligatorias con el objetivo de alcanzar competencias básicas. Y esto, está demostrado, que es un gran error de cara al desarrollo intelectual, emocional y personal.
Todo el mundo quiere que demos lo mejor de nosotros mismos y que estemos muy bien preparados para enfrentarnos a la sociedad competitiva que nos toca vivir. Por eso, desde bien pequeños nos planifican los horarios al milímetro: clases de inglés  (¡fundamental!), actividades deportivas (¡imprescindibles!), training en cálculo mental (¡clave para el desarrollo!), deberes extraescolares (¡les viene genial!). Estas son algunas de las intensas actividades.
Sumando las largas jornadas escolares y un par de horas de deberes al día, no tenemos tiempo para jugar, relajarnos o estar con la familia y amigos, y esto, queridos profesores, es un error.

Florentino García Aznar.
2º ESO- B.

Junio 2016.